Efecto Matilda: Margarita Salas

Hoy os traemos una nueva entrada sobre el Efecto Matilda, y en este caso, queremos presentaros a Margarita Salas.

Margarita Salas fue una bioquímica que, junto a su marido Eladio Viñuela, inició el desarrollo de la biología molecular en España. Su estudio sobre el virus Phi29 nos ha permitido conocer cómo funciona el ADN, cómo sus instrucciones se transforman en proteínas y cómo estas proteínas se relacionan entre ellas para formar un virus funcional.

Margarita nació en noviembre de 1938 en Canero, aunque pronto se trasladaría a Gijón.

Sus padres siempre tuvieron muy claro que sus tres hijos tenían que hacer una carrera universitaria, por lo que las hermanas no sufrieron ningún tipo de discriminación respecto a su hermano varón. Al acabar este curso, llegó la hora de escoger carrera y ella se decidió por las Ciencias Químicas.

Durante una comida familiar, Margarita conoció a Severo Ochoa, que le propuso acompañarle a una conferencia que daría al día siguiente en Oviedo. Durante esa charla, en la que habló sobre su investigación, dejó fascinada a Margarita y despertó en ella su atracción por la bioquímica.

De este modo, Margarita comenzó con el estudio de la Bioquímica y conoció al amor de su vida, su amigo y el mayor de sus maestros, Eladio Viñuela, con el que se casaría años más tarde.

Con el paso del tiempo, Severo Ochoa le había aconsejado realizar una tesis doctoral en Madrid bajo la dirección de Alberto Sols, un excelente bioquímico; y para que este la admitiese como doctoranda, Ochoa le escribió una carta de recomendación.

Por aquel entonces, Sols esperaba muy poco del trabajo científico de una mujer, pero no pudo negarse a la petición del premio Nobel. Años más tarde, en la entrega del premio Severo Ochoa de investigación a Margarita, Sols reconocería que cuando esta fue a su laboratorio a pedir plaza para llevar a cabo su tesis, pensó: “Bah, una chica. Le daré un tema de trabajo sin demasiado interés, pues si no lo saca adelante no importa”. Esta anécdota da idea del pensamiento de Sols en aquella época y del machismo que tuvo que sufrir Margarita durante toda su tesis doctoral.

Tras concluir sus tesis, Eladio y Margarita se trasladaron a un laboratorio que tenía Severo Ochoa en Nueva York durante tres años, y al volver a España, ambos comenzaron el estudio del fagoPhi29, un virus capaz de infectar bacterias.Fue entonces cuando Margarita volvería a sentirse discriminada. Si bien dentro de su equipo nunca tuvo ningún problema con sus doctorandos, de cara al exterior solo era la mujer de Eladio Viñuela. Algo que a Eladio le parecía terriblemente injusto. Por ello, y con el fin de que el trabajo de Margarita fuese valorado como merecía, en 1970 Eladio decidió iniciar el estudio del virus de la peste porcina africana y la investigación del virus Phi29 quedó, exclusivamente, bajo la dirección de Margarita. De esta forma, Salas pudo demostrar que era capaz de sacar adelante la investigación por sí misma y se convirtió en una científica con nombre propio y no solo en “la mujer de Eladio Viñuela”.


Durante mucho tiempo Margarita rechazó ocupar 
puestos científicos administrativos. No quería perder tiempo en actividades que la alejaran de su investigación. Sin embargo, en 1988 aceptó convertirse en la presidenta de la Sociedad Española de Bioquímica y en la directora del Instituto de Biología Molecular del CSIC en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa.

Margarita Salas llegó a afirmar que hubo un momento a partir del cual todo lo que en su día había sido negativo por el hecho de ser mujer se había convertido en positivo. Todos sus premios tenían mayor repercusión mediática por ser la primera vez que habían sido concedidos a una mujer. En 2014 el Consejo General de Colegios Oficiales de Químicos de España le concedió el Premio a la Excelencia Química y posteriormente, ganó el Premio al Inventor Europeo 2019.



Próximamente, más mujeres que, a pesar de sus contribuciones a la ciencia, han sido olvidadas en los libros de texto.


                                                                        Entrada realizada por el grupo de Caminantes de Emaús.

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