3º semana Cuaresma Emaús



¿MIEDO O ESPERANZA?

Bienvenidos de nuevo a una semana en la que os animamos a trabajar en la siembra de nosotros mismos para acercarnos a Dios y estar listos para la Pascua. Esta semana la pregunta se presenta así: ¿Miedo o esperanza? ¿Qué mensaje nos van a proponer esta vez? Continúa leyendo para descubrirlo.

La Cuaresma nos recuerda cada año que «el bien, como también el amor, la justicia, la fe y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día» (ibíd., 11). Por tanto, pidamos a Dios la paciente constancia del agricultor (cf. St 5,7) para que no nos asuste no ver resultados de manera inmediata.

Continuando con la metáfora de agricultor, los cultivos no se plantan para que den frutos inmediatamente, sino que para que simplemente dé fruto. Los cultivos requieren de un cuidado, una atención, una sed que se sacia al regarse. Nuestra fe funciona de la misma manera. Todos tenemos la semilla de la fe plantada en nuestro corazón, pero solo va a germinar si la atendemos. Si rezamos, vamos a misa, escuchamos la palabra…

Puede que al principio parezca que estos cuidados van a la nada, a la pérdida, pero que ingenuos parecen esos pensamientos cuando la planta empieza a hacerse visible por encima del suelo.

Es por ello que el cuidado y cultivo de la fe se puede afrontar desde el miedo, o desde la esperanza. Desde el miedo y la duda de “si se está haciendo bien”, de si “esto sirve para algo”, de “esperar resultados que no parecen llegar"... O desde la esperanza y confianza de creer que llegará el sentimiento, que tu fe influirá en tu vida, de que hagas lo que hagas estará bien mientras vivas acercándote a Dios. 

Los cristianos tenemos la certeza en la fe de que «si no desfallecemos, a su tiempo cosecharemos» y de que, con el don de la perseverancia, alcanzaremos los bienes prometidos (cf. Hb 10,36) para nuestra salvación y la de los demás (cf. 1 Tm 4,16).

Por ello, te repito la pregunta ¿Miedo o esperanza? ¿Por cuál apuestas? Esta Cuaresma puede ser la oportunidad de empezar a cuidar tu fe para que crezca y con ello tu cercanía con Dios. Te animamos a que empieces por algo sencillo: una meditación en un rato libre, leer la lectura del día antes de irte a dormir, ir a misa el domingo…

Por último te dejamos este salmo para ayudarte a rezar y te recordamos que este domingo también se subirá la reflexión del evangelio, merece la pena echarle un ojo. 

Señor, Jesucristo, 

que nos renovemos espiritualmente 

con fortalecido entusiasmo,

y acudamos a las fuentes de la salvación. 

Así podremos anunciar tu mensaje de Amor y Reparación, 

especialmente a nuestros hermanos 

más necesitados de tu misericordia. Amén.



*Material adaptado de Jóvenes Dehonianos y el Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2022.


Comentarios