Mediante el Sínodo, el Papa Francisco nos propone los siguientes 10 núcleos temáticos en los que profundizar:
1. Compañeros de viaje.
La Iglesia y la sociedad están en el mismo camino, una al lado de la otra. En la propia Iglesia local ¿quiénes son los que “caminan juntos”? Cuando hablamos de “nuestra Iglesia”, ¿quiénes forman parte de ella? ¿Qué grupos y colectivos son dejados al margen?
2. Escuchar.
La escucha es el primer paso, pero exige tener una mente y un corazón abiertos, sin prejuicios. ¿A quién debe escuchar la Iglesia? ¿Qué espacio tiene la voz de las minorías? ¿Identificamos prejuicios y estereotipos que obstaculizan nuestra escucha?
3. Tomar la palabra.
Todos están invitados a hablar con valentía, libertad, verdad y caridad. ¿Cómo promovemos esta comunicación dentro de la Iglesia? ¿Y en la sociedad? ¿Cuándo y cómo logramos decir lo que realmente tenemos en el corazón?
4. Celebrar.
"Caminar juntos" solo es posible si hay una escucha comunitaria de la Palabra y la Eucaristía.
¿Cómo orienta nuestro "caminar juntos" mediante la oración y la celebración litúgica?
5. Corresponsables en la misión.
La sinodalidad está al servicio de la misión de la Iglesia, y todos estamos llamados a participar. ¿Cómo sostiene la comunidad a sus miembros empeñados en un servicio a la sociedad?
6. Dialogar en la iglesia y en la sociedad.
El diálogo es un camino de perseverancia que a veces implica silencios y sufrimientos, pero que también es capaz de recoger la experiencia de las personas y de los pueblos.
¿Cómo se afrontan las diferentes visiones y conflictos?
7. Otras confesiones cristianas.
El diálogo entre los cristianos de las distintas confesiones es importante en el camino sinodal. ¿Cómo son estas relaciones? ¿Qué frutos hemos obtenido de este “caminar juntos”?
8. Autoridad y participación.
La Iglesia sinodal es una iglesia participativa. ¿Cómo se identifican los objetivos que deben alcanzarse y el camino para lograrlos? ¿Cómo se ejerce la autoridad dentro de nuestra Iglesia?
9. Discernir y decidir.
El estilo sinodal tiene como base al Espíritu. ¿Cómo discernimos juntos y tomamos decisiones? ¿Cómo se puede mejorar?
10. Formarse en la sinodalidad.
La espiritualidad de caminar juntos está destinada a ser un principio educativo para la formación de las personas cristianas. ¿Cómo formamos a las personas dentro de la comunidad cristiana, para hacerlas más capaces de “caminar juntos”, escuchar y dialogar?
Los jóvenes de Emaús tendremos la oportunidad de profundizar en estos temas y de elaborar un documento escrito en el que se recojan nuestras propuestas.
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