Pensamientos en un cuatro latas #16



Ya estamos en plena Cuaresma, y en estas fechas es importante realizar algunas cosas para prepararnos para la Pascua. Una de ellas es celebrar el sacramento de la Reconciliación. Seguro que hace mucho que no te confiesas, pues ¡ha llegado el momento perfecto! El Papa ha recalcado esto y nos ha dejado cinco explicaciones que nos pueden ayudar a perder ese miedo que tenemos a veces a confesarnos. Aquí están:
1- -"En la celebración del Sacramento de la reconciliación, el sacerdote no representa solamente a Dios, sino a toda la comunidad"  que escucha conmovida.
2-Alguno puede decir: “Yo me confieso solamente con Dios”. Sí, tú puedes decir a Dios: “Perdóname”, y decirle tus pecados. Pero nuestros pecados son también contra nuestros hermanos, contra la Iglesia, y por ello es necesario pedir perdón a la Iglesia y a los hermanos, en la persona del sacerdote.
3-“Pero, padre, ¡me da vergüenza!”. También la vergüenza es buena, es saludable tener un poco de vergüenza. La vergüenza también nos hace bien, nos hace más humildes. Y el sacerdote recibe con amor y con ternura esta confesión, y en nombre de Dios, perdona.
4- Para desahogarse, es bueno hablar con el hermano y decirle al sacerdote esas cosas que pesan tanto en mi corazón: cuando termina la confesión sale libre, grande, bello, perdonado, limpio, feliz.
5- ¿Cuándo fue la última vez que se confesó? Cada uno haga la cuenta, y cada uno se diga a sí mismo: ¿cuándo ha sido la última vez que yo me he confesado? Y si ha pasado mucho tiempo, ¡no pierda ni un día más! Está Jesús, allí, ¿eh? Y Jesús es más bueno que los curas, y Jesús te recibe. Te recibe con tanto amor. Sea valiente, y adelante con la Confesión».
Ana Campos y Lara de la Vega