Nos pusimos manos a la obra entre lápices, tijeras,
pinceles, pinturas de colores y alguna que otra risa. Más de uno no pudo evitar
irse a casa, además de con su manualidad, con las manos llenas de pintura.
Pasamos una tarde muy divertida haciendo algo
diferente y, como siempre, compartiéndola juntos.
Lucía Úbeda