¿Cuántas veces hemos pensado ‘puff, esto es imposible, nunca lo lograré’’? o ‘’la culpa es del profesor, que no explica’’ o ‘’joe es que el jefe me pide demasiado’’ ...
¿Cuántas veces nos quejamos de todo lo que nos exigen? Y no nos damos cuenta, de que a pesar de todo lo que está pasando, tenemos mucha suerte por seguir teniendo acceso a una educación. Estamos tan acostumbrados a nuestra realidad, que no nos damos cuenta de que existe otra, una en la que millones de niños son unos afortunados si pueden aprender a leer, escribir, sumar, o una tabla de multiplicar.
Areej El Madhoun es una niña de 14 años. Vive en campo de refugiados de Jabalia (Gaza) y ha ganado una competición internacional de matemáticas en la que participaban unos 2500 jóvenes del planeta .Otros niños del mismo campo de refugiados que Areej también quedaron en muy buenas posiciones en este concurso.
Areej y muchos niños más han tenido la suerte de poder participar en una iniciativa ideada por la UNESCO, llamada UNRWA, propuesta hecha como respuesta a los bombardeos que se producen en la franja de Gaza y que, mediante la destrucción de escuelas, atentan contra el derecho a la educación de miles de niños y jóvenes de este territorio.
Areej y sus compañeros son un ejemplo a seguir. A pesar de sus dificultades para poder aprender, ir a la escuela por la situación que tienen, por la realidad en la que viven, han puesto todo su empeño para alcanzar su sueño y poder demostrar, que si quieres puedes.
Su pequeña razón para seguir fue dar un motivo al resto de niños afectados por los bombardeos para sonreír y enseñarles que es posible poder avanzar, según digo ella misma tras acabar la competición.
Busca tu pequeña razón, feliz Martes.
Lara de la Vega y Álvaro Pérez