Palabra de Madre. #02


Por casualidad,el otro día pude escuchar la conversación que mantenían dos adolescentes... mientras una celebraba la total libertad de la que gozaba en su casa, sin horarios, sin nadie que la controlara, con todos los caprichos y sin ninguna obligación... la otra se lamentaba por  tener la "peor madre del mundo"...

¡¡¡Pobre criatura!!! Tenía una madre mala, malísima...


Una madre que ya al empezar el día insistía en que debía desayunar fuerte antes de irse a clase, controlando si olvidaba el abrigo cuando en la calle se estaba a cero grados y que ¡¡incluso se atrevía a poner en la mesa verduras!! Una madre preocupada de dónde y con quién iba, empeñada en conocer a sus amigos, llegando al punto de "agobiarse" si la niña no llegaba a la hora que había dicho que llegaría...


¡¡¡Insoportable!!! Incluso bajo la terrible amenaza de "si no, no sales", en ocasiones, había hecho a la pobre criaturita fregar los cacharros, hacer la cama y aprender a cocinar (huevos y macarrones)....  aunque no lo dijo,sospecho que ¡¡¡hasta le habría hecho tener un acercamiento con la plancha!!!...


Por si toda esta "crueldad" fuese poca... le había enseñado a decir siempre la verdad a ser honrada, educada, y el valor del respeto a los demás y a si misma... ¡¡¡Angelito!!! ¿Quién podría soportar esto día  tras día?
Escuché la conversación alucinada... (sí, las madres también alucinamos) y cuando la muchachita concluyó con un "qué obsesión, mi madre está pa' que la encierren", pensé: "pues sí, si eso es ser una mala madre..., nos deberían encerrar a muchas, porque tal vez no lo consigamos, (y aunque a veces podamos pareceros auténticas pesadillas), todo lo hacemos por vosotr@s y seguiremos intentándolo a diario.

¡PALABRA DE MADRE!

Marisa