Esto en un fragmento del diario que escribió mientras estaba en el campo de concentración:
“Sí, mi Dios, parece que tú no puedas hacer mucho para cambiar las circunstancias actuales, también estas, sin embargo, forman parte de esta vida.”
Esta frase nos recuerda que la confianza no significa la ausencia de desafíos, sino la presencia constante de la fe incluso en medio de momentos complicados.
Es normal preguntarse el porqué, pero muchas veces no obtenemos respuesta inmediata, pero la de nos ayuda a confiar en que, a pesar de todo, hay un propósito mayor en juego. La fe no es una respuesta automática a las dificultades, sino un proceso continuo de confianza y crecimiento.
En nuestra propia vida podemos reflexionar sobre cómo nos enfrentamos a las situaciones difíciles. ¿Podemos confiar en Dios en medio de nuestras luchas diarias? La vida de Etty refleja que la confianza no es una garantía, sino más bien una seguridad de que no estamos solos ante ellas.
En esta segunda semana de Cuaresma, vamos a cultivar nuestra confianza. Que en nuestra relación con Dios encontremos la fuerza para enfrentar las pruebas con fe, confianza y esperanza.
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