Crónica: Pascua Emaús 2023

 

El pasado 31 nos fuimos todo Emaús de convivencia a Los Molinos. El día comenzó con un pequeño juego de acogida donde unos posaderos nos hicieron distintas pruebas para poder dormir en la posada. ¡Todo salió genial y conseguimos nuestras habitaciones en la posada!

Nos juntamos por grupos y tuvimos nuestra primera reunión de la Pascua. Hablamos sobre varios personajes que aparecen en la vida de Jesús como Juan, Maria Magdalena, Judas... Momentos más tarde, tuvimos el lavatorio de pies junto a una eucaristía que nos brindó el Padre Ángel, donde nos pusimos al servicio de los demás haciendo un compromiso con la persona que cada uno eligió. Tras unas canastas en el tiempo libre y un pequeño descanso, tuvimos Getsemaní, donde, por la noche, salimos fuera de la posada para hacer una oración personal y sentir lo que sintió Jesús en los momentos en los que más dudas tuvo y que más solo se sintió. Para finalizar este día, cenamos y nos fuimos todos a la cama, con ganas de comenzar el siguiente día.

El segundo día comenzó con fuerza, empezando con la oración de la mañana, ¡tras la cual tuvimos nuestra catequesis por grupos! Hablamos acerca de las luces, cosa que luego continuamos en la segunda reunión de grupos donde hablamos acerca de las distintas luces que tenemos en nuestras vidas. Comimos, jugamos y comenzó el ensayo de cantos para preparar el vía crucis que más tarde llevaríamos a cabo. Sin embargo, antes del viacrucis, tuvimos un juicio en el que juzgamos a Jesús de Nazaret, en el que el jurado decidiría si este era condenado o no. Finalmente llegamos al viacrucis donde hicimos las ocho paradas y concluimos en la Ermita de la Virgen del Espino. Más tarde, a la vuelta llovió y ¡nos empapamos!, pero conseguimos llegar a la posada para cenar e irnos a la oración de la adoración a la cruz.





El tercer día nos levantamos e hicimos nuestra oración de la mañana. Tras ello desayunamos y nos preparamos para hacer el Desierto, ¡estuvo súper guay! Luego nos juntamos todos y compartimos lo que habíamos reflexionado, plantando como gesto semillas de mostaza. Después, comimos, tuvimos tiempo libre e hicimos el Camino de Emaús donde cada una eligió una persona para hablar y reflexionar juntas. Tras este maravilloso momento, pasamos a una reunión por grupos de origen donde revisamos toda la convivencia y hablamos de cómo nos habíamos sentido. Todos coincidimos en que ha sido una convivencia fantástica de la que nos llevamos un pedacito en el corazón. El día acabó con todos cantando canciones de antiguos campamentos y del cancionero, un momento muy bonito.



Escrito por Rocío y Daniel Murillo, jóvenes de Emaús

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