Los gremios de Camelot




En el campamento de Camelot, además del rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda nos encontramos multitud de gremios a cada cuál más curioso y diverso. Os presentamos a los maestros y maestras de los gremios, que nos enseñaron cada cuál sus mejores habilidades. Ha sido toda una experiencia para el grupo de discípulos poder preparar un taller para los demás, así como haber podido aprender de los otros. Nos ha ayudado a conocer cosas nuevas de cada uno y a disfrutar, así que queríamos compartirlo con vosotros. ¡Vamos allá! 

La primera maestra de gremio es Carlota, que nos ha preparado un taller de trenzado medieval. ¡Parecía fácil, pero para muchos fue un reto!

"Son esa clase de cosas que nunca sabías que ibas a hacer, pero cuando lo pruebas, te enganchas" Pablo. 

 


 

El segundo día nos sorprendió Zaira con su taller de sevillanas donde nos quitamos la vergüenza ya en el calentamiento bailando y haciendo un poco el tonto. Luego ya nos pusimos serios y preparamos una escena de sevillanas. Los chicos tenían sus pasos y las chicas los suyos. La escena se iba formando poco a poco y al final los dos grupos se mezclaban para hacer un baile en parejas. Veníamos preparados de casa con nuestros chalecos y abanicos. Al final la maestra de gremio nos dió el aprobado, y lo más importante ¡nos lo pasamos genial!

El siguiente maestro de gremio es conocido por todo Camelot y parece que le hace la competencia a Merlín. Álvaro nos enseñó como hacer magia, pero magia de la de verdad. Hacía truco tras truco, a cada cuál más impresionante. Fue un momento muy imporante porque un auténtico mago nos desveló sus secretos. Ser mago no es nada fácil pero contamos con el mejor. Seguimos practicando... estar a su altura no es nada fácil. 

 

 

Después pasamos a otro taller de la mano de la maestra Yaiza, que pertenece al gremio del origami. Esta vez con mucha paciencia y precisión nos salieron unas ranitas saltarinas muy muy chulas. Desde luego, todo un arte. 

 

 

De la magia y el origami pasamos al cuidado de la piel. ¡Y es que en Camelot puedes encontrar gremios de todo tipo! La maestra de este gremio, Cristina, vino preparada con un power point en el que aprendimos muchísimo sobre nuestro tipo de piel y cómo cuidarla y es que al final ¡la piel es el órgano más grande del cuerpo! (habéis visto cómo nos acordamos). También trajo sus mejores productos y aprendimos la mejor técnica para exfoliarnos la piel y echarnos crema hidratante. Todo un mundo para algunos de nosotros. 

Otro de los talleres fue el del caballero Sir Vicente, experto en defensa personal. Camelot antes era un reino muy seguro, pero con los recientes acontecimientos hay que estar bien preparados. Calentamos y manos a la obra. Aprendimos varias técnicas, y desde luego, estamos más preparados que cualquier otro caballero del reino. Aquí podéis ver a Sir Vicente enseñándonos a hacer una voltereta apoyándonos en el hombro, muy útil para huir y esquivar a otros caballeros. 

 

 

Al día siguiente recibimos una clase de uno de los juglares más importantes en Camelot, Pablo, que nos enseñó los ritmos principales y varios ejercicios de coordinación musical, algunos tan tan difíciles que no llegamos a conseguirlo. Los juglares son muy imporante en un reino como Camelot, y desde luego Pablo es uno de los más respetados. 

Y de los ritmos y la música, pasamos al deporte más popular de Camelot, el futbol, del que el maestro Óscar nos dio una buena lección, así como nos enseñó cantidad de banderas de reinos vecinos de los que jamás habíamos oído hablar. 


Por último, nada más y nada menos, tuvimos un taller con Manu, maestro de la oratoria y las palabras. Aprendimos sobre cómo dar un buen discurso en público, qué cosas hacer y cuáles no. El don de la persuasión ahora es nuestro y desde luego hemos aprendido a manejar la palabra.

Como veis Camelot es un reino variopinto y muy bien prepardo. Estamos muy agradecidos a todos los maestros de gremio por compartir con el grupo su sabiduría. Desde luego ahora mismo los caballeros de la mesa redonda estamos preparados para servir al rey Arturo... o mejor dicho, a la reina Morgana.

 

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