CRÓNICA: Convivencias de Navidad

Los días 26,27 y 28 de diciembre el grupo de Bachillerato-Universidad celebró su convivencia de Navidad y los días 2,3 y 4 de enero lo hicieron los grupos de 2º,3º y 4º de la ESO. Hoy, Alicia Campos y Carlota Hernández nos cuentan que tal fue cada una de las convivencias: 

"Muchos de nosotros deseamos siempre que lleguen las fechas de Navidad para reencontrarnos con nuestra familia. Los jóvenes de Emaús no somos menos, y siempre nos reservamos 3 días de nuestras vacaciones para vivir la Navidad con nuestra otra familia. 
Los jóvenes del grupo de Universitarios pasamos 3 días en Calalberche. Vivimos momentos especiales donde formamos familia, donde decidimos dejar de hablar tanto y empezar a hacer. Jugamos, tuvimos reuniones y cantamos, incluso ¡hicimos una cena de Navidad por todo lo alto! Quisimos crear un hueco en nuestro corazón un año más para que Jesús volviese a nacer en nosotros.
Y así, con las pilas recargadas, volvimos a casa para seguir viviendo cosas preciosas aquí, en nuestra casa, en nuestra familia, en nuestra Asociación."
Alicia Campos





"Tras un par de horas en el tren los grupos de 2º, 3º y 4º de ESO llegamos a la casa situada en Los Molinos. La convivencia comenzó con un juego de acogida que mi grupo, 3º ESO, preparamos con mucha ilusión para los demás en el que había que encontrar un tesoro valioso escondido por el patio.  Lo que encontramos fue el diario de un pastor llamado Jonás, un diario que nos acompañó durante toda la convivencia. Durante estos tres días fuimos leyendo trozos del diario que iban guiando nuestro recorrido allí: reuniones, juegos, oraciones... Además cada uno de nosotros teníamos un frasco con “misiones” que había que ir haciendo en esos días pero en secreto, sin que nadie se diera cuenta (era muy divertido, la verdad). Los días pasaban entre reuniones, tiempos libres, comidas muy ricas y juegos. Recuerdo uno que hicimos después de cenar en el que nos dividieron en grupos y jugamos a un juego de mesa que se llama Concept pero en versión gigante, un juego en el que tenías que ir averiguando palabras según las pistas que te decían tus compañeros. 
Por la tarde del día siguiente estuvimos en un parque y cuando llegamos... estaban puestos los aros de Quidditch puestos y eso significaba... ¡que íbamos a jugar! Pero no solo tuvimos tuvimos tiempo para juegar, también para profundizar más en el sentido de la Navidad como por ejemplo en la Adoración al niñoo Jesús donde le pedimos gracias a Jesús y pudimos hablar un poco con él. 
La convivencia acabó y nosotros volvimos sintiéndonos un poco más cerca de Jesús y Dios."
Carlota Hernández



Próximamente... Los álbumes de fotos. 

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