Desde que empezaron a aparecer los primeros decorados por el escenario hasta que llegó la hora de empezar, estuvimos conviviendo y esforzándonos juntos por cumplir este año juntos de la mejor manera posible.
El momento de empezar el Festival siempre es un momento de tensión, de ilusión, de emoción. Con esa intensa emoción vimos como empezaba a cumplirse el deseo de varios meses de esfuerzo. Y así empezó a leer Ana los cuentos del desván, mientras veíamos aparecer a Cenicienta, el Flautista de Hamelín, Dorothy, el Soldadito de Plomo y Caperucita Roja. De repente, las hojas se cayeron y los cuentos se mezclaron y Ana empezó a escribirlos de nuevo, a su manera, demostrando como las cosas pueden cambiar, como los sueños se pueden alcanzar.
Y como dijo el Soldadito de Plomo al empezar, las dos cosas que tenemos en la cabeza para el Festival son muy claras: dar todo el aceite posible a Basida y trasmitir un mensaje de esperanza e ilusión a la gente. Con los 1060 litros nos damos por satisfechos para el primero, y con la sensación de haber cumplido 10 años de historias y de sueños, de haber alcanzado tantos años tantas metas, damos por hecho el segundo: los sueños se pueden alcanzar, las historias se pueden cambiar.
Pronto oiréis más voces hablando sobre el Festival. Mientras se van publicando los vídeos con las canciones y presentaciones, irán saliendo más crónicas de la gente que estuvo ese día allí y que quiere compartir el momento con todos para dejarlo escrito como parte de nuestra historia.