Una de las noticias de las que más
se ha hablado estas últimas semanas es la decisión del papa Francisco de apartar temporalmente de su
cargo al obispo de la Diócesis alemana de Limburg, Franz-Peter Tebartz-van
Elst, tras conocerse que el coste de las obras de construcción de la residencia
episcopal que esta construyendo asciende a unos 31 millones de euros.
Esto no es sorprendente si
analizamos el continuo mensaje de Francisco, en el que señala la humildad y el
servicio a los pobres como máximas de la Iglesia, además de su deseo de que la
Iglesia deje de ser un negocio.
Y es ahí cuando entra la
verdadera importancia y lo realmente nuevo que este papa está ofreciendo a
nuestra sociedad, todo el mundo ve a la Iglesia como un negocio, Bergoglio
quiere construir una Iglesia donde todo eso se deje a un lado, quiere conseguir
que la gente vuelva a confiar en esta institución. Por eso el Papa Francisco es
motor de cambio.